La aplicación de esta tecnología nos facilita una radiografía térmica de las conducciones en sus diferentes situaciones al instante.
La imagen que se visualiza en la cámara termográfica es producto de la intensidad de la radiación en la zona infrarroja del espectro electromagnético.
Cuando realizamos una inspección con una cámara termográfica somos capaces de diagnosticar varios aspectos:
Los termómetros de infrarrojos (IR) son fiables y muy útiles para lecturas de la temperatura de un solo punto. Sin embargo, al analizar zonas de mayor tamaño, es fácil no percibir problemas cruciales, como fugas de aire, zonas con un aislamiento deficiente o filtración de agua.
Una cámara termográfica puede escanear edificios completos, instalaciones de calefacción y de climatización. Nunca falla a la hora de detectar una zona con posibles problemas, no importa lo pequeña que sea.
Las fugas en viviendas y zonas comunes pueden tener graves consecuencias. Pueden provocar problemas con la integridad estructural, formación de moho y, en caso de fugas en las tuberías, también puede ocasionar el aumento del importe de las facturas del agua.
En las siguientes imágenes podemos ver la imagen normal y la termográfica, que nos muestra con claridad el punto bajo el suelo donde hay una fuga en una tubería de agua caliente.
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